Coleópteros

Foto: David Molina

Introducción

Linneo acuñó el término koleopteros, que deriva de koleos=vaina y pteron=ala, que significa: "alas envainadas", ya que en la mayoría de especies, el primer par de alas poseen consistencia coriácea y se denominan élitros, que envuelven, a modo de vaina, hasta el final del abdomen, el segundo par de alas, membranosas y adaptadas al vuelo. Veremos que no siempre es así, ya que hay coleópteros ápteros o con élitros reducidos a la mínima expresión. La variedad de formas, colores o tamaños es casi infinita, no obstante, este orden de insectos es el más numeroso en cuanto a especies (más de 10.000 especies en la Península Ibérica). Están adaptados a vivir en casi cualquier lugar del planeta, y en cualquier ambiente, terrestre o acuático. 

Biología

Los coleópteros o escarabajos (Coleoptera) son insectos holometábolos, es decir, presentan una metamorfosis completa, con fases de huevo, larva, pupa e imago (adulto). Su aparato bucal es masticador y los órganos sensoriales como ojos y antenas se encuentran en la cabeza. Se comunican mediante señales químicas (feromonas).

Alimentación

En cuanto a su tipo de alimentación, hay especies fitófagas, adaptadas a alimentarse de hojas, flores, frutos, polen, semillas, raíces u hongos, las hay que se alimentan de materia orgánica, muerta o en descomposición, saprófitos, coprófagos o necrófagos y los hay cazadores y parásitos de otras especies. Su alimentación puede varía de un estadío a otro. Dentro de los fitófagos se encuentran importantes "plagas" agrícolas o forestales y dentro de los predadores, especies consideradas como fauna útil de los cultivos.

Estrategias

Pueden poseer diferentes mecanismos de defensa. Algunos se camuflan con su entorno, otros imitan especies de aspecto peligroso para evitar ser devorados, algunos presentan tanatosis (se hacen los muertos), o son rápidos en la huida, saltan como un resorte o producen sustancias químicas, tóxicas o malolientes.

Servicios ecosistémicos

Se trata de los beneficios que aportan los coleópteros al ser humano como que algunos son excelentes polinizadores, aumentando cosechas agrícolas, otros ayudan al reciclaje de la materia orgánica, madera, hojarasca, estiércol, cadáveres de animales, etc., tanto por su consumo directo como por transportar y dispersar hongos o bacterias que los descomponen. Mejoran la estructura del suelo excavando galerías que aportan aireación y ayudan a la infiltración del agua. Obviamente sirven de alimento a muchas especies de animales, incluido el ser humano, muchas culturas los consumen. Controlan poblaciones de insectos que pueden causar plagas agrícolas o forestales como pulgones, dípteros, lepidópteros, etc. Son capaces de crear micro-hábitats, sus galerías en la madera sirven de lugar de anidamiento de abejas o refugio de otros artrópodos. Algunas especies se usan o se han usado en medicina y veterinaria y son buenos bioindicadores de la calidad de los suelos, aguas continentales o ecosistemas varios.

Especies amenazadas

En el área de estudio encontramos dos especies catalogadas en peligro de extinción, Paratriodonta alicantina y Jekelius hernandezi y otras 2 como vulnerable, Thorectes valencianus e Hymenorus andalusiacus, salvo esta última, todas ellas son endémicas del sureste peninsular. La primera ligada a ambientes de arenal tanto de la costa como del interior en las provincias de Alicante y Murcia, el resto son especies coprófagas, salvo Hymenorus propio de bosques maduros de pinos. Contamos además con un buen número de especies catalogadas como "preocupación menor" o "casi amenazadas". En su mayoría son especies sapoxílicas (madera muerta) amenazadas por la desaparición de bosques maduros y árboles viejos y especies coprófagas (excrementos) que han reducido sus poblaciones por el descenso de ganadería extensiva y por el uso de determinados medicamentos de uso veterinario. Todas estas especies cuentan con un enlace a su ficha de la lista roja de UICN. Ver especies amenazadas.

Especies introducidas

La globalización ha propiciado el transporte de alimentos, plantas y otras mercancías por todo el mundo. Durante dicho transporte no es raro que de manera accidental viajen otros organismos que en ocasiones pueden aclimatarse a su nuevo emplazamiento y ocasionar graves perjuicios. En el caso de los coleópteros es destacable el caso del picudo rojo de las palmeras. En otros casos las especies se introducen deliberadamente para controlar otras especies de insectos. Ver especies introducidas. 

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David Molina Molina